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 Este tiempo…

Tiempo Oportuno, Tiempo Favorable, Hay un Tiempo para cada cosa…

A Él pertenecen el Tiempo y la Eternidad

Este es el Día… A cada Día le basta su aflicción…

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         Siempre me gustó pensar y reflexionar, más que nada rezar, el tema del tiempo… porque estamos inmersos en él y porque Dios nos creó en el tiempo, porque él se hace cargo del tiempo y nos concede celebrar su paso… El tiempo de nuestra vida, el tiempo de nuestra fe, nuestra historia que es Historia de Salvación, esa historia en la que él mismo ha querido irrumpir, pero no sin pedir permiso; esa historia que él quiso abrazar, ese tiempo que él mismo partió en dos, ese tiempo en que decidió hacerse uno de los nuestros —y a María le llegó el tiempo de ser madre— y es así como por fin abraza también el misterio del tiempo. Misterio del tiempo y de cada tiempo, el tuyo, el mío, el de todos y todas… el que nos toca vivir, el que me toca vivir. Es así como un simple período de tiempo, puede convertirse en ese tiempo oportuno, el Kairós, del que hablaban los griegos, tiempo oportuno, que es tiempo favorable, tiempo que no se puede medir, tiempo que hay que gustar, pasar, sentir, rumiar, meditar, rezar. Este tiempo… el que nos toca vivir, el que compartimos con otros y otras, el que nos ha llegado a todos, en distintos lugares, en diferentes situaciones vitales, con experiencias, credos, ideas y pensamientos… todos estamos inmersos en este tiempo de Pandemia. Todos lo estamos transcurriendo, pero ciertamente que lo hacemos de manera distinta… Los cristianos creemos en el misterio del tiempo como lo que describí al principio. Por eso estamos llamados a vivirlo con una mirada de fe, esperanzadora y trascendental, no sólo este tiempo sino todo tiempo que nos toque vivir… porque en este tiempo está Dios, Jesús mismo abraza este tiempo. Comenzamos esta cuarentena en cuaresma y ahora la seguimos transitando en Pascua, y nuestra fe es Pascual… como decía un cura amigo que ya está gozando del tiempo eterno junto al Dios de la vida, “Mi mirada está puesta en la Pascua”(Gracias Miguel). Por eso siempre tenemos que pensarnos y reflexionar a la luz de la Pascua, este misterio, que es el centro de nuestra vida y nuestra fe, marca el rumbo, es huella, brújula, camino, horizonte que seguir. Este misterio es el que no permite que nos perdamos, que nos desesperemos, que nos dejemos vencer por el miedo, el dolor, la muerte, justamente por el hecho de que la Pascua vence el miedo, el dolor y la muerte. Somos esencialmente hombres y mujeres de la Pascua, al igual que somos hijos e hijas de Dios. Decir que creemos en la Pascua, y vivir en consecuencia, es lo que nos hace vivir la vida de un modo distinto, encarar el tiempo, cualquiera sea, de un modo diferente y entonces ver cada tiempo como tiempo favorable. Este tiempo que estamos transitando, que vengo transitando, lo siento como tiempo favorable, un tiempo que, aun siendo adverso, ha sido, es, tiempo de gracia… un tiempo en el que viví mucho y en el que experimenté cosas nuevas, sentimientos y sensibilidad a flor de piel, encuentros, revelaciones, descubrimientos, valoraciones, personales y de los demás también. Un tiempo en el que Jesús, Señor del Tiempo y la Historia, se ha manifestado plenamente y me ha ayudado a descubrir todo esto y maravillarme, sorprenderme, como hace siempre. Porque una de las cosas más lindas que tiene Jesús, es que todo el tiempo te sorprende, nunca deja que lo termines de conocer y justamente por eso te hace desearlo más y más. Jesús es lo más y eso… eso basta amigos… Tiempo en el que viví, estoy viviendo, con mi mamá, esa Señora de 83 años que es un ejemplo de fortaleza, alegría, servicio, trabajo, amor, entrega y mil millones de cosas más… Intensa y a veces por demás, pero vaya que agradezco su intensidad… mujer golpeada en la vida, que ha sabido, y podido, levantarse una y otra vez y que por eso es ejemplo para nosotros y para muchos más. Agradezco este tiempo con ella, que me cuide, me malcríe, me acompañe y me conteste cada Amén en las misas porque así lo cree y lo vive. Tiempo en que caminé, estos caminando, con mi comunidad, qué comunidad… la fe no se entiende y no se vive sino en comunidad y vivirla y celebrarla en esta es un lujo y una alegría de los cuales estoy profunda y emocionadamente agradecido. Una comunidad creativa, activa, generosa, presente, una comunidad que no está cerrada en un templo, que extraña, pero que no la define, una comunidad que acompaña y quiere seguir viva a pesar de todo. Tiempo en que celebre, sigo celebrando, la vida y la fe, con mucha e intensa vida pastoral, con mucha generosidad y mucha expresión de la caridad hacia los más necesitados. Rostros y gestos concretos que hablan mucho más que mil palabras. Tiempo inolvidable y tiempo para agradecer… pero… si aún no termina y no sabemos cuándo va a terminan… entonces porque agradecer ahora, de ante mano, sin saber cuándo y cómo va a terminar… sin saber si voy a bajar los brazos… Es que es así, lo hago ahora por lo que dije antes… mi mirada está puesta en la Pascua, entonces sea cuándo sea, sea cómo sea, habrá algo para agradecer, algo aprendido, algo vivido… porque ya agradezco, ya aprendo y ciertamente que ya vivo. Una vez más FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN… en este tiempo…

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P.Maque

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